A mas de uno si habéis estado en Nueva York os sonará la palabra Rush Hour, es maldita palabra para algunos, motivo de gozo para otros entre los que me incluyo yo. Rush Hour no viene a ser otra cosa mas que la hora punta, es decir o bien en la mañana o bien en la tarde cuando la gente entra o sale del trabajo.

A mi personalmente me encantaba y me sigue encantando el ver las estaciones de metro escupir gente como si fuesen hormigas, es una impresión que difícilmente puedo borrar de mi retina, el ver a la gente haciendo cola para entrar a una estación de metro y una vez dentro el estar enlatados como sardinas, nunca mejor dicho debido al color de los vagones del metro neoyorkino. Cada uno va a su bola, que si uno con su iPod, que si otra con el libro, el que viene del conservatorio y lleva su violín, la que viene de su entrevista de trabajo, el ciego, el afroamericano, la china, simplemente uno se zambulle en la salsa neoyorkina y su fauna tan peculiar. Un metro dice mucho del tipo de ciudad, pero su sistema de transporte mucho mas, nos hace ver el que fue, que es y que será la ciudad en un futuro a corto plazo.

 

A modo de cifras, decir que un 75% de la población neoyorkina carece de coche frente al 8% a nivel nacional por lo que el commute, la otra palabra sagrada del diccionario neoyorkino, se hace aun mucho mas necesario. A modo grosso, de los casi 20 millones de habitantes que tiene el área metropolitana de Nueva York, solo 1,9 viven en la isla de Manhattan, que es la que emplea a cerca del 80% de la población metropolitana. Ahí podéis encontrar la respuestas a las colas del metro, autobús, coches, bicicletas (que curiosamente transportan a 120.000 personas al día!), ferries y helicópteros. Aun así, me flipaba contemplarlo desde las alturas de Lexington con la 47, mi nido de aguilas donde divisaba la locura neoyorkina en todo su esplendor.

Aqui pongo un video que me encanta, cada vez que lo veo me recuerda a eso, al Rush Hour de Nueva York, a disfrutar 😀